Una Carta Magna vigorosa permitirá una economía fuerte, un desarrollo equilibrado y el combate a la desigualdad
México necesita una Constitución viva y vigorosa para una economía fuerte, que sirva a los ciudadanos, afirmó el presidente de la Junta de Coordinación Política, diputado César Camacho, al presentar el libro “Constitucionalismo Económico en la Carta de Querétaro, 1917-2017” del investigador Jorge Witker.
Conmemorar el centenario de la Carta Magna, “nos permite reflexionar acerca de qué tanto importa la Constitución para la economía nacional; velar por el crecimiento sostenido y equilibrado; asegurar la justa distribución del ingreso para combatir la desigualdad; llevar a cabo las grandes obras de infraestructura que requiera la nación, y ejecutar la política social que necesitamos y que merecemos los mexicanos”.
El legislador indicó que las reformas estructurales en materia energética, laboral, de telecomunicaciones y de competencia económica, entre otras impulsadas en esta Administración, tienen un perfil económico y se trata de que haya un desarrollo más equilibrado, acelerado, incluyente y justo.
“En los últimos años ha ocurrido un proceso reformador de la Constitución y de la legislación ordinaria sin precedentes: nueve reformas constitucionales y cuatro reformas a la legislación ordinaria, que estoy seguro, nos van a cambiar a los mexicanos todo el perfil y la perspectiva en los siguientes años”.
Es entendible, apuntó, la urgencia con la que algunos quisieran advertir, apreciar las reformas y la necesidad de su pronta implementación cabal, pero por su propia naturaleza, algunas demandan varios años para su cabal puesta en operación.
Refirió el carácter plural de esta Legislatura, en la que, para lograr cualquier reforma es necesario construir acuerdos, “para que entre más de una fracción, no sólo nos hagamos cargo jurídicamente, sino políticamente de su contenido”.
La publicación de este libro, consideró César Camacho, es la mejor manera de conmemorar un acontecimiento histórico que trasciende lo jurídico e inunda toda la vida nacional.
El director general del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, Alberto Mayorga Ríos, mencionó que el libro forma parte de la colección “La Constitución nos une”, y contribuye a la conmemoración del Centenario de la Carta Magna.
La obra examina el papel de la Constitución Política en la institucionalización de México y la conformación del Estado moderno, hasta abordar temas de actualidad como las Reformas Estructurales impulsadas por el Ejecutivo federal y enriquecidas por el Congreso.
También analiza el derecho económico en las contribuciones del siglo XVII, así como los principales proyectos del Constituyente de Querétaro de 1917.
La Constitución, una expresión paradigmática del derecho, dijo, es el instrumento que garantiza la transformación de la economía con prosperidad, para mejorar la calidad de vida de las personas.
Al mismo tiempo, agradeció al diputado César Camacho escribir el prólogo del texto que, en uno de sus fragmentos dice: “esta obra sintetiza la importancia y trascendencia del estudio del derecho económico constitucional mexicano, para especialistas y para quien no lo somos”.
“Ligados de manera indisoluble, derecho y economía, son dos actividades que moldean la convivencia social, pues de lo que ocurra con una, dependerá lo que suceda con la otra”.
Asimismo, reconoció al doctor Jorge Witker, quien “aportó en la obra su experiencia y conocimiento”; no obstante, dijo, el texto es resultado del apoyo del presidente de la Jucopo, César Camacho, y la presidencia del Consejo Editorial de la Cámara de Diputados”, apuntó.
El autor, Jorge Alberto Witker Velásquez, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, explicó que el texto destaca que el interés nacional ha estado siempre presente en la evolución constitucional en nuestro país.
“En todas la constituciones, en especial la de 1857, ese interés ha estado siempre presente en el Constituyente mexicano, y en ese entorno tan liberal de la época, se defendía en todo momento”.
Agregó que ése es uno de los elementos que facilitó el camino a los Constituyentes de Querétaro para elaborar un documento como la Constitución de 1917, que tiene el mérito de ser la primera que incorpora los derechos sociales, “es la que realmente da el banderazo” a esas garantías.
Los artículos 27 y 123 Constitucionales, dijo, son emblemáticos en este campo, pues entre 1930 y 1980 el Estado sentó las bases del desarrollo industrial del país, y en ese periodo, México superó a Argentina y Brasil, con un crecimiento económico a tasas del seis o siete por ciento.
A partir de los ochentas, continuó, se dio un giro en el contexto mundial con la incorporación de un decálogo impulsado por organismos financieros internacionales, que impactó todas las políticas económicas en América Latina y en el mundo.
“La Constitución tuvo la flexibilidad de aceptar principios en el entorno internacional que culminan, en un liberalismo social que logro acompañar al país hasta las últimas reformas”, concluyó.
