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Soy más panista que muchos con credencial: Manuel Espino

ELZANCUDOArturo Soto Munguia

¿Y cómo ve al PAN en Sonora?, pregunté a Manuel Espino Barrientos ayer, durante un encuentro con reporteros en el que expondría los avances en la construcción del Partido de la Concertación Mexicana, que en 2015 estará postulando candidatos a diputaciones federales en todo el país.

Espino, que llegó al encuentro haciendo surcos en el piso con los larguísimos colmillos que le han crecido al fragor de mil batallas en la política mexicana, no se inmutó ante la pregunta. Sonrió. Tomó un sorbo de su limonada con agua mineral y dijo: “Yo veo a un PAN enfrentito del gobernador, pero de rodillas”.

Al margen de metáforas que aluden al Kamasutra político, Espino Barrientos resumió a su modo lo que considera está sucediendo en Sonora, con un Partido Acción Nacional que desperdició la oportunidad de erigirse en una referencia sobre la viabilidad de la alternancia y la posibilidad de que el PAN podría hacer un buen gobierno.

Lo que ha sucedido, en cambio, es que el gobierno de Guillermo Padrés se ha convertido en referencia nacional, pero de la corrupción, el tráfico de influencias, el nepotismo, la opacidad, la antidemocracia y en general, el mal gobierno.

“Guillermo Padrés no era así”, comenta. Y hace el recuento de la historia en que lo conoció en Cananea y lo apoyó, a instancia de su padre (de Padrés), para ser candidato a la diputación local, después de que el PRI le negó la oportunidad de ser candidato a la alcaldía.

II

Espino dice que en 1996 visitó Cananea, como delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. Se encontró con una serie de condiciones que le hicieron pensar que su partido podría crecer ahí. Pero no había partido.

El PAN se constituía en ese entonces por cinco o seis personajes, solamente, y requerían candidatos a los diversos puestos de elección. No los tenían. Alguien le sugirió a Guillermo Padrés, a quien el PRI vetó en sus aspiraciones de contender por la alcaldía.

El PAN no lo postuló a ese cargo, sino a la diputación local. Tres años después, a la diputación federal y tres años después al Senado. Las tres elecciones las ganó.

Pero en el camino algo pasó, sobre todo cuando Padrés llegó al Congreso federal. Su relación política privilegió la cercanía con dos personajes: Juan Camilo Mourinho y Francisco Blake Mora. Ambos secretarios de Gobernación en el sexenio de Calderón, ambos muertos en accidentes aéreos.

Ambos, dice Manuel Espino, unos pillos. Y cuenta varias anécdotas que me reservo para posteriores entregas, por lo grueso de su calibre. También alude a los hermanos y los cuñados de Guillermo Padrés cuando toca el tema.

III

Da vueltas el mundo, le digo a Manuel Espino. Usted se confrontó con Adalberto Rosas López y…

-¡No!, ataja. Yo no me confronté con Adalberto. Él se equivocó. Su gente lo traicionó. Pero seguimos siendo amigos. Siempre hemos sido amigos. Yo voy a su casa, ceno con su familia, platicamos. Yo les abrí las puertas a los del movimiento No al Novillo en la Comisión Nacional del Agua, a instancias de Adalberto Rosas López, dice.

Y agrega que a los dirigentes de ese movimiento les ha fallado. Dice que bajaron la guardia. “Cuando uno entra a una movilización social, no debe dar marcha atrás; ellos se replegaron, eso les falló”, dice.

IV

Cuando adelanté en tuiter que entrevistaría a Manuel Espino, no faltó el despistado que me sugirió sacarlo a los 40 grados de Hermosillo en estas fechas.

Le respondí que el señor es de Durango, vivió en Chihuahua y pasó varios años en Sonora, de manera que el calor no es algo que le preocupe.

Lo que le preocupa, y eso es indudable, es lo que anda haciendo por todo el país, articulando un partido político que participe en las elecciones de 2015 postulando candidatos a diputados federales.

No a gobernador, porque la legislación vigente no lo permite.

Le pregunto a Manuel Espino si en ese contexto, apoyarán a un candidato a la gubernatura de Sonora en 2015, ya tan cercano.

Y me dice que sí. No me dice a quién, pero me dicen que no permanecerán al margen. Que participarán con sus propios candidatos a diputaciones federales, pero que Concertación Mexicana apoyará a un candidato a la gubernatura en Sonora.

-¿Por ejemplo a El Borrego?, le pregunto.

Y Espino hace un mohín extraño con el que no niega ni afirma.

V

A manera de epílogo, hay que decir que la presencia de Manuel Espino en Sonora provocó más reacciones entre los panistas en el gobierno, que en cualquier otro ámbito.

Manuel Espino es un hueso duro de roer, sobre todo por aquello a quienes hace casi 20 años les abrió las puertas del partido, los hizo candidatos, los hizo diputados, alcaldes, senadores y hoy lo vituperan.

El espacio es corto y la noche larga. Les prometo la segunda parte de esta entrevista para el lunes. Mucha grilla, mucha información de quien vivió los procesos de empoderamiento del PAN desde dentro.

Los dejo con la curiosidad al límite.

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