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Elena Garro no fue “políticamente correcta”

elen-garroHizo de la libertad su atuendo. Sin importar lo que dijeran otros, luchó por ser autónoma y procuró conservar su autenticidad. Elena Garro (1916-1998), a través de la escritura, exorcizó miedos y tabúes, se liberó de atavismos y, al mismo tiempo, logró otorgar otro matiz a la condición femenina. Pionera del realismo mágico, su obra es un referente indispensable en la literatura mexicana del siglo XX.

Sin embargo, su transcendencia sigue atrapada en el lado oscuro de la propia escritora; su polémico matrimonio con el Nobel de Literatura Octavio Paz, sus flamígeras declaraciones contra los intelectuales de la época a quienes acusó de ser los corresponsables de las muertes del movimiento estudiantil de 1968, que trajo como resultado su exilio, y de que se le acusara de ser espía del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz —según un documento dado a conocer en el 2006, por el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública—, son algunas circunstancias que se discuten hasta nuestros días para resolver la inquietud: ¿por qué la obra de Elena Garro no ha sido tan leída, y menos estudiada, en México?

Los cuestionamientos en su contra solo puede ser contestados desde la perspectiva política, ya que Elena nunca tomó una postura llamémosle “políticamente correcta”, sólo aquellas que estaban acordes con su moral y valores, señaló en entrevista para Siempre! la escritora y poeta Grissel Gómez Estrada, quien participa como coordinadora del libro Miradas sobre Elena Garro a cien años de su nacimiento.

Elena Garro

No era feminista

¿En el libro encontraremos la respuesta? ¿Por qué insistir en Elena Garro?

Hace dos años, en el 2014, junto con colegas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, tratando de resolver esta pregunta, hicimos un simposio que se llevo justamente aquí en el plantel del Valle; abrimos una mesa, donde además de la narrativa y teatro de Garro, colocamos una sobre su vida, con el nombre “Hitos biográficos: la invención de Elena Garro”, porque generalmente no debe de importa la vida del autor, sino su obra, pero en este caso sí, no solo por la personalidad de Garro, sino también por todos aquellos problemas que vivió y que muchos de ellos se reflejan y dieron origen a su obra. Hablar de ella desde su infancia hasta casi el final, era necesario; en ese sentido es que pensamos que seria interesante poner una mesa sobre su vida.

Este libro así está estructurado: datos biográficos, narrativa y teatro. En la parte narrativa hay ideas muy interesantes, pareciera como si Elena fuera un personaje pero construido por si misma, de eso hablan varios de los autores en esta obra. En cuanto al teatro tuvimos muchísima participación en el simposio —que se reduce siempre a la hora de publicar las memorias— pero resulta increíble como hay interés sobre esta faceta de Elena, sobre todo en Estados Unidos. Vinieron cuatro o cinco ponentes de ese país para hablarnos de la obra y la vida de Elena.

¿Por qué Elena no ha sido tan estudiada, no tan leída?, me parece que esto comienza por ser mujer. En la época en que ella escribe y empieza a publicar las mujeres no eran tan leídas como ahora, tenemos a varias de su generación como Josefina Vicens y Silvia Molina que pasan por el mismo caso.

Después, por supuesto, algo debe de tener influencia su controvertido matrimonio con el poeta Octavio Paz, él era un tipo muy poderoso entre los intelectuales de México, pero definitivamente su participación en el movimiento del 68, o su no participación, su rechazo hacia el movimiento, fue lo que derivó en que los intelectuales no podían oír hablar de Elena, sin que pensaran que fue una traidora.

En varias ocasiones Elena afirmó que en México, por el simple hecho de ser mujer todo queda invalidado. ¿Era feminista?

No lo creo, porque el feminismo no es solo estar a favor de la causa de las mujeres, el feminismo es una lucha política, y Elena nunca fue en ese sentido feminista, en cambio sí tuvo participación para luchar por los derechos de los campesinos en una parte corta de su vida.

Realmente, Elena escribía por como se sentía, imaginariamente o no, porque también uno se construye a partir de lo que imagina, si habla en su obra sobre los derechos femeninos es porque Elena se sentía oprimida, no sé si lo estaba, no lo afirmo, pero por ejemplo Elena Poniatowska dice que no, hay otros que dicen que sí. Lo que puedo decir es que Elena se sintió perseguida y oprimida en ciertos momentos.

Elena Garro

México o sus intelectuales, ¿ya perdonaron los comentarios que Elena hizo sobre el movimiento del 68?

No, esa vieja guardia que la atacó y que la sigue atacando por supuesto que no. Quienes la defendieron, quienes hicieron que regresara como Rene Avilés Fabila, claro que la recuerdan y la defienden, sobre todo su obra que hay que defender, más que la personalidad que era interesante indudablemente pero la obra es maravillosa. Actualmente le interesa mucho a las nuevas generaciones, justamente en el simposio muchas de los ponentes eran jóvenes estadunidenses y mexicanos, por lo que puedo decir que la nueva generación de investigadores, sin prejuicio entra a su obra, y la estudia.

Interés de las nuevas generaciones

¿Cuál es el mayor desafío del libro?

Es un homenaje, un intento de incentivar la investigación pero también la lectura sobre ella, llamar la atención. Este año se cumple su centenario de nacimiento por lo que hay una infinidad de festejos y actividades, por ello decidimos unirnos a estos pero con ese fin de dar a conocer a una magnifica escritora, quizás después de Sor Juana, la mejor que ha tenido México, sin dudarlo. Entre nuestros objetivos, deseamos que a través del libro las nuevas generaciones la aprecien, no tanto como para hacerle justicia, es para mostrarle al joven o a cualquier persona que deben de disfrutar su obra, que gocen esas técnicas maravillosas de escritura que Elena imprimió en su obra.

Entonces invitamos con este libro a leer a Elena, es una excelente escritora más allá de la polémica, no debe importarnos su vida, debemos ir a la obra sin prejuicios, lo menos importante es el autor, lo importante es la obra y lo que pueda hacer en nosotros mismos, un libro nos puede cambiar la vida.

¿Qué etapas de la escritora dieron la mayor aportación al libro?

Por supuesto, el teatro de Elena, una faceta donde hay mucho que estudiar, mucho que decir. En general hay dos etapas en su obra: la onírica, la poética, la metafórica por decirlo de algún modo, donde entra por ejemplo Los recuerdos del porvenir. La segunda, es aquella obra donde Elena se siente perseguida, aunque en realidad no era tan perseguida, me parece que es sólo un poco paranoia de ella misma, porque no lo vamos a negar, era de carácter difícil, a partir de eso empieza a escribir obras asfixiantes, ahí tenemos la obra Sócrates y los gatos.

Se puede decir que su obra tiene dos vertientes: el juego y la pesadilla, de esas dos prefiero definitivamente la onírica, la poesía, las obras como Un hogar sólido, Los pilares de Doña Blanca, la misma La dama boba —obra homónima de la de Lope de Vega— donde vemos un lenguaje diferente, insisto, poético que trata de rescatar diferentes visiones a través de un documento de la acción humana, en el que se conjugan la teatralidad, historicidad y la literatura. Ese es el teatro que prefiero, ese primer teatro de Elena. Justamente ahora en el Faro se presenta Un hogar sólido, donde podrán ver esto que les comento.

Sobre el teatro de Elena realmente se dijeron cosas muy novedosas en el simposio, básicamente varios de los textos que se presentaron estudian las fuentes, las influencias de Elena, tenemos influencias desde la cultura popular hasta la literatura clásica de los griegos, esa intertextualidad, ese diálogo con otras obras se me hace interesantísimo en Elena, son diálogos presentados no solo como escenas costumbristas, sino como pretextos para hacer cosas novedosas, y eso es lo que mas recomiendo de este libro, todo me gusta, pero en específico esta parte, esta faceta del teatro de Elena.

Elena Garro

Entre sueños y pesadillas

¿Elena murió con deseos de que su obra fuera revisada y publicada?

Más que buscar ser reconocida o que publicaran su obra, la buscaban a ella, es un personaje enigmático que hasta hoy siguen buscando. No sé que tanto interesada estuvo ella para promover su obra, me parece que era mala promotora de promover su obra, tanto fue así que, no quiero hacer acusaciones pero se dice -no afirmo-, que le robaron una gran cantidad de su obra. Se dice que una de esas personas que la iba a visitar le robó los derechos de su obra y ahorita siguen en litigio; murió ella y su hija Helena Paz Garro y todavía gran parte de su obra sigue en litigio.

Además de escritora y poeta, realizas entrevistas a importantes escritores, si tuvieras aquí a Elena, ¿qué le preguntarías?

Es complicado enfatizarnos en qué preguntar, porque Elena es un universo, sin embargo, uno siempre trata de buscar la verdad, aunque tal vez no haya o haya mucha. Me gustaría que hiciera un examen de conciencia y que dijera, en efecto, cuál es la verdad de todo lo que se ha dicho sobre ella y su obra. Hay un texto en el libro, de Rebecca Biron, una investigadora estadounidense, que expone una lista de contradicciones que la propia Elena dijo en su momento: que si amaba a Paz o no lo amaba, que si se casó a fuerzas o no; cosas así.

Tal vez me sentaría y le preguntaría —y para no publicarlas—, la verdad de lo mucho que se sigue hablando de ella, sólo como curiosidad personal.

Me iría principalmente por algo más social, que me hablara de su gran obra, sobre esos procesos para llegar a su textos, sus técnicas o quizás sobre que pensaba en ese momento en que las creaba. Le preguntaría: ¿cómo vive alguien que hace obras, que parecen un sueño, pero a la vez una pesadilla?…

Elena Garro

Culpo a los intelectuales

Yo culpo a los intelectuales de cuanto ha ocurrido. Esos intelectuales de extrema izquierda que lanzaron a los jóvenes estudiantes a una loca aventura, que ha costado vidas y provocado dolor en muchos hogares mexicanos. Ahora, como cobardes, esos intelectuales se esconden… Son los catedráticos e intelectuales izquierdistas los que los embarcaron en la peligrosa empresa y luego los traicionaron. Que den la cara ahora. No se atreven. Son unos cobardes…

Elena Garro, días después del 2 de octubre.

Elena Garro

El Movimiento Estudiantil de 1968 le trajo a Elena Garro una serie de problemas acaso sin aparente solución. Entre dimes y diretes fue acusada de ser uno de los líderes que querían derrocar al gobierno y, por otro lado, se rumoró que había señalado a varios intelectuales de izquierda que participaron en la revuelta. Por tal motivo la escritora decidió exiliarse del país junto con su hija. Y comenzó entonces un largo periodo de casi dos décadas fuera de México. El 7 de noviembre de 1991 regresó al país, pasó sus últimos años en Cuernavaca, Morelos. Vivía con su hija y más de una docena de gatos. Murió el 22 de agosto de 1998.

Yo no pensaba volver a México

…yo nunca decidí regresar a México, yo pensaba nunca volver, nunca… porque tanto insulto, tanto insulto, te deja agobiado… yo dije: no vuelvo nunca más a México, pero nunca hay que decir de esa agua no beberé…

Fragmento de la entrevista que ofreció a

su retorno a nuestro país titulada

“La cuarta casa, un retrato de Elena Garro”.

Elena Garro

http://www.siempre.com.mx/2016/09/elena-garro-no-fue-politicamente-correcta/

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