EL ZANCUDO: MALOS PRESAGIOS
Por: Arturo Soto Munguia
La sobre reacción registrada en redes sociales y medios de comunicación tradicionales ayer, por parte de funcionarios del gobierno estatal, acomedidos, trolles, similares y conexos promoviendo el odio y atizando amenazas veladas contra la población del sur del estado mueven a pensar que el fallo final de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el Acueducto Independencia viene en contra de sus promotores.
Después de una desastrosa gira por Europa, cuyos resultados más notorios fueron el escarnio y el apuñalamiento brutal a la imagen de un gobernador que tiene meses quejándose de que la crisis de legitimidad que enfrenta obedece a sus incapacidades para comunicar, Guillermo Padrés regresó a Sonora, donde la constante sigue siendo el conflicto social y político.
Si alguien le dijo al gobernador que era muy buena idea difundir su entrevista banquetera con el Papa Francisco en la plaza de San Pedro, como si hubiera sido una audiencia con el Santo Padre, sólo contribuyó a afianzar la idea de que el engaño sigue siendo el eje principal de las políticas públicas en Sonora.
Por si algo faltaba, el contexto en el que aterriza Padrés en Sonora no puede ser peor. La resistencia civil, la movilización en contra de lo que se vendió durante cuatro años como la obra señera de la actual administración, el Acueducto Independencia, se ha fortalecido y además los trascendidos indican que la SCJN fallará finalmente en contra de esa obra.
No hay un dato cierto, una versión oficial y definitiva al respecto, pero los personeros del Nuevo Sonora se encargaron de alimentar esa idea, lanzándose a una feroz campaña de odio cuyo eje principal es el mismo que desde siempre ha nutrido la justificación política de esa obra: los caciques terratenientes del sur tienen agua en demasía y pretenden matar de sed a los hermosillenses.
Reduccionismo total. Maniqueísmo vil que sigue confrontando pueblo contra pueblo, escondiendo esa verdad jurídica que está a punto de salir a la luz, y según la cual el acueducto es ilegal.
En estos últimos días, trascendió también que en Hermosillo, prominentes miembros del sector empresarial se reunieron con dirigentes del Movimiento Ciudadano por el Agua para aclarar varios puntos oscuros en este conflicto que después de casi cuatro años, está golpeando la vida productiva y la gobernabilidad en Sonora.
En esa reunión estuvo el director Jurídico del gobierno del estado, Carlos Espinoza Guerrero. Ya es muy conocido que ahí, el comandante en jefe de la estrategia legal para llevar a feliz término una obra de casi 4 mil millones de pesos -en la opacidad total, por cierto-, reveló que el desacato a las resoluciones de la Suprema Corte forman parte de una “estrategia política” del actual gobierno.
Tal revelación sorprendió no sólo a los cajemenses, sino a los propios empresarios de Hermosillo que asistieron para enterarse de que las ‘estrategias gubernamentales’ tienen como matriz el desacato, la apuesta al caos, al enfrentamiento y a cualquier cosa que se traduzca en un escarmiento a los caciques del sur.
Mala señal. A la estrategia de confrontación fue subido el alcalde de Hermosillo, Alejandro López Caballero, que citó las consecuencias de un fallo desfavorable de la SCJN, y advirtió que Hermosillo regresaría a los tandeos (que por cierto no se han ido desde 2009) y que la capital del estado se quedaría sin agua.
En esa lógica, López Caballero fue subido al carro del Nuevo Sonora, del que hasta ahora había permanecido más bien guardando una ‘sana distancia’ y según se supo, ha interpuesto una controversia constitucional en la SCJN en la que solicita que la CNA no apague las bombas de El Novillo.
Se supone que esa es la razón por la cual, la CNA se encuentra atada de manos para detener el suministro de agua a Hermosillo, desde la presa El Novillo, ya que no puede proceder a ‘cerrar la llave’ en tanto no aparezca el fallo definitivo en este conflicto.
Las incursiones en redes sociales de algunos funcionarios públicos fueron bastante ilustrativas del nerviosismo que priva en la esfera gubernamental estatal. Y muy preocupantes en cuanto a la tendencia a seguir atizando la división, el enfrentamiento y los prejuicios personales elevados al nivel de políticas públicas.
II
El conflicto por el agua en Sonora, que ya involucró de plano a todas las instancias de gobierno en el país no parece tener el abordaje más correcto desde las instancias estatales.
La escalada en otro de los asuntos graves, como es el tema del transporte, aparece como una asignatura pendiente más.
Y en ese contexto, ayer mismo se anunció la reaparición del Movimiento No Más Impuestos, que el próximo domingo saldrán a las calles de Hermosillo en una caravana que iniciará en la confluencia de los bulevares Progreso y Morelos.
La lucha de los ciudadanos sonorenses contra los abusos gubernamentales, entre ellos la excesiva carga impositiva está uniendo a todos los movimientos sociales.
Desde el gobierno, la lectura que hacen sigue siendo la misma de hace cuatro años: quienes se oponen son priistas dolidos porque perdieron el poder.
Eso les funcionó hasta hace poco, cuando el gobierno federal lo tutelaba un panista muy amigo del gobernador de Sonora, Felipe Calderón Hinojosa.
Hoy no es así. Si no entienden eso que se está recomponiendo en términos de gobernabilidad federal, ponderando esa limitada visión que enfoca de San Luis Río Colorado a Estación Don, no hay buenos presagios.
No para Guillermo Padrés y sus trolls…
