ANACONDA, KARINA GARCÍA, INAH, PETROGLIFOS Y “EL LOCO” VALENZUELA

Por:- José Ramón Gastélum Rocha…….

Vaya, vaya, vaya, amables Anacondistas, con la novedad que ya se le está haciendo justicia al histórico objetivo de mi amigo José Jesús “El Loco” Valenzuela Luna, pues a poco menos de dos meses de adelantársenos en el camino sin regreso, la Presidenta Municipal Karina García Gutiérrez se aventó el tiro de reunirse con las gentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) conformando una serie de acuerdos para poder celebrar entre las dos instituciones un Convenio donde se establezcan las bases firmes para proteger y conservar los sitios arqueológicos que existen en el municipio, en estrecha colaboración para beneficio de los caborquenses.

Por supuesto que ya se han realizado algunos trabajos al respecto, como el de Cerro Prieto donde el INAH viene instalando cerco perimetral para conservar el área, así como labores de limpieza, bajo la supervisión del encargado del Sitio Arqueológico de Trincheras, Sr. Adrián López.

La idea es, entre muchas otras, según se desprendió de esa interesante reunión que tuvieron estas gentes en la Sala de Cabildo del Edificio Municipal de Caborca, delimitar el perímetro del Templo Histórico de Pueblo Viejo, además de meterle ganas al sitio de La Proveedora para conservarlo, adecuarlo y desde luego promocionarlo en todos los niveles, ya que es un lugar de suma importancia pues cuenta con poco más de tres mil quinientos Petroglifos, pasando a ser la zona que tiene más petrograbados en Sonora y más allá.

Lo interesante del caso es que ahí mismo, la Alcaldesa instruccionó al Síndico Procurador Alberto “El Beto” Barajas Méndez, para que se ponga el overol de trabajo, como solo él sabe hacerlo, y en colaboración con el también nombrado Enlace del Ayuntamiento con el INAH Jaime Valle Jiménez (Director de Acción Cívica y Cultural) se agarren de la manita y a trabajar duro unidos con el Instituto Nacional de Antropología e Historia para iniciar los trabajos de delimitación del perímetro en la Iglesia de Pueblo Viejo.

El mero Delegado del Centro INAH en Sonora José Luis Perea González, se sumó al ánimo municipal informando a la comunidad que en el Cerro Prieto aún quedan más de 200 Petroglifos y muchos otros vestigios que nos heredaron nuestros antepasados.

Este bato, Perea González dijo que es importante y necesario establecer ese perímetro de la Iglesia de Pueblo Viejo, pues es parte de La Ruta de las Misiones, así como también es Monumento Histórico gracias a la batalla del 6 de abril de 1857 que ahí se dio cuando un puñado de mexicanos defendieron la soberanía nacional ante unos gringos felones que se querían apoderar de nuestro territorio encabezados por el Lic. Henry A. Crabb, del cual les contaremos una historia paralela que por ahí se escribió de este personaje y que por cierto, poco o nada tiene que ver con la oficial.

Algo que encantó a los conocedores del tema, sin duda, fue el anuncio que hizo el funcionario estatal de que el Consulado Mexicano en Tucson, Arizona, les había informado que ya estaban las pláticas muy cerradas con la Sociedad de Historia de Arizona para que se regrese al Templo de la Purísima Concepción de Caborca, la pila bautismal, misma que se la chingaron, sabe quién, cuando no había protección a estos interesantes sitios, y a la autoridades les valía madre que saquearan nuestros sitios arqueológicos o monumentos históricos. Sencillamente fue a dar a Tucson, Arizona, y ahora es casi un hecho que la devuelvan para que la Iglesia esté más completita, poco a poco.

Mientras son peras o son manzanas, la mera chicha de los asuntos jurídicos del Centro INAH Sonora, Cecilia García Rivera les dejó el anteproyecto de lo que vendrá a ser el Convenio de Colaboración para que lo chequen bien la Presidenta Karina y sus asesores y luego los Regidores le den el visto bueno y echen a volar ese trabajo, que a decir verdad, urge, pues es bien sabido que en este municipio, hace unos treinta o cuarenta años, o quizá pocos más, hubo un endiablado saqueo de petroglifos, por lo que a la fecha hay algunas construcciones de casas habitación en la ciudad que cuentan en sus cimientos con cientos de estas valiosas piedras y en su momento nadie les dijo nada pues no había leyes que les pararan el chorrito y aquellos domperos o troqueros como “El Wero” Pino, Pancho Félix, Pancho Mayoral y muchos otros (QEPD… ya no se encuentran entre nosotros), que se paraban en la Plaza 6 de Abril haciendo cola para que la gente los contratara y les compraran viajes de arena, grava o piedras para la construcción de sus casas, iban y traían el viaje de petroglifos de La Calera, de La Proveedora, de allá con Pedro Balderrama (decían), o de donde estuvieran a la mano, como El Mojoqui (de Gustavo Vanegas) y otros sitios que hoy cuentan con un poco de lo mucho que ahí disfrutábamos los amantes de la historia. Nos atrevemos a decir que solo queda entre un 20% 0 30% de lo que había en esos años. Amén de lo que hubiera años más atrás, que no tuvimos la dicha de haber nacido aún.

Hoy solo resta cuidar lo que aún queda, que pese a todo, sigue siendo un chingal de piezas importantes, por lo que es importante reconocer el interés de la ejecutiva municipal Karina García en este rubro y de sus colaboradores como el Director de Desarrollo y Fomento Económico Carlos Roberto Morineau, los entusiastas jóvenes Abel Sánchez y Marcel Pérez Rascón, Coordinadores de la Casa de la Cultura que están muy pendientes de estos asuntos para que se preserve la historia de Caborca.

Para despedirnos hay que comentar que nuestro querido amigo “El Loco” Valenzuela, que fuera Cronista Municipal de Caborca y Encargado del Archivo Histórico del Municipio desde el año de la chingada, le dedicó un chingal de años a este asunto de la conservación histórica y en alguna ocasión, podemos comentar que tuvo el merecido apoyo de su tocayo el Lic. José de Jesús Dewey Cervantes, Agente del Ministerio Público Federal en aquellos años de los ochenta y tantos a los noventa y feria, pues hasta un autobús les proporcionó al ayuntamiento para las vueltas a esos lugares y vigilaban bien los sitios, pero todo se acaba, vinieron los cambios y quedó en el olvido para unos esto de la seguridad de los sitios históricos y monumentos, hasta que hoy por fin, otros se vuelven a interesar en ellos. Así pues, “El Pinche Loco” (como cariñosamente le decimos sus cercanos amigos), debe estar sonriendo, fumando, tocando la guitarra y tomando café en algún lugar no muy lejano, a la espera de la firma del importante convenio. Nos vemos la próxima edición, si Mi Poder Superior me lo permite.